Ser panadero hoy en día, dejó de ser un oficio y paso a ser una profesión en constante transformación debido a los cambios que se producen en los consumidores y en el mercado.
Va mucho más allá de la preparación y venta del pan o la fabricación de pasteles o productos de repostería, es una profesión que exige competencias generales muy diversas para las que hay que prepararse de forma adecuada.
Hoy los panaderos y pasteleros deben contar con competencias técnicas que le capacitan en la perfecta elección de materias primas, control de calidad la pre elaboración y horneo de productos básicos, la buena presentación de los productos ya sea para exhibición en el punto de venta como para la distribución a otros canales.
Deben seguir protocolos y acatar normas de seguridad y de protección ambiental que garanticen que su trabajo sea seguro, adecuado y sostenible, También es importante que el panadero tenga habilidades personales y sociales que tienen que ver con la atención de sus clientes, competencias comunicativas (claridad, precisión, fluidez) y facilidad para resolver problemas y trabajar en equipo.
Ser panadero es una profesión que llevamos con orgullo, que hacemos con pasión, pues cada producto que sale de las manos de un panadero, sea artesanal o no, lleva a tu mesa ese amor con el que realiza su trabajo cada día. Recuerda siempre que en cada pan que llevas a la mesa, está el cariño con la que un panadero hace su oficio cada día.